Abriendo el camino

Su nombre empezaba por A. Ese sentimiento que todos queremos evocar. Ese tópico que todos queremos seguir.
Se contoneaba en medio de la calle, haciendo que el cielo, el asfalto, las casas volvieran a tener su color y dejaran de ser de blanco y negro, consiguiendo por fin, que a todos se nos iluminaran los ojos cuando contemplábamos aquella maravilla.
Él cambio nuestras vidas, nos encontró sumergidos en el vacío, convertidos en naúfragos emocionales, creativamente moribundos y sin inspiración.
Nos dió un nuevo camino a seguir, con sus baches y con sus alegrias. Por que no todo eran obstáculos, si no que después de cada valla te encontrabas con una bella sonrisa.
El deseo de tenerle más y más cerca nos ayudó a crecer interiormente. A madurar y a convertirnos cada día en personas que sienten el mas tierno deseo de que la vida sea, realmente de color de rosa.
Escribiendo tenebrosos versos, y untando negro en lienzos,
para finalmente convertirlo todo, en sentimientos.

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