¿Qué te parece Nuevos Bohemios?

sábado, 22 de enero de 2011

Oda a la ciudad Maravilla.

Voy a improvisar todo y a inventar codos con palabras en sus oidos, un sonido definido, un sonido nunca oido. Vengo de Valencia, pequeña gran ciudad, humeante y chispeante donde las haya, salto cualquier frontera, atravieso cualquier valla y vaya donde vaya siempre está la rima, mi rima indefinida, atrevida que te busca las cosquilas, busca la luz de su sentido nunca visto. Una luz jamás buscada.
Corre el tiempo y pasa el viento, mi relog se vuelve loco, ya no da horas para dar rimas, éste es mi mundo.
Bienvenidos a Valencia, mi ciudad, mi vida entera. Riega los jardines olvidados de mi mente, soy un loco demente, un hombre corriente que te salva y secuestra, que te come y alimenta.
Bienvenidos a Valencia.
Que te entre en la cabeza, que te entre la consciencia, la realidad no es y él es tampoco es, ya ves es todo lo que hay, es todo lo que ven tus dedos, todo lo que tocan tus ojos...
Valencia, gran ciudad llena de virtudes e inclemencias...
Bienvenidos a mi inspiración, bienvenidos a mi mundo.
¡Bienvenidos a Valencia!

Y nunca jamás sonreí de aquella manera.

Y nunca jamás sonreí de aquella manera.

Todo empezó un viernes, ese día que todos esperamos para llegar a nuestras casas para tirar la mochila al suelo de tu cuarto y echarte en el sofá para ver la televisión, escuchar música o simplemente estar relajado en el ordenador. Pues aquel viernes no fue este tipo de viernes, fue el mejor viernes de mi vida.

Miré el reloj, 16.00 de la tarde. Me conecté para hablar como hago normalmente. Y a los pocos segundo de conectarme, ella me lo dijo: " Tío, estoy sola en mi casa, si quieres venirte..". Mis cejas subieron y bajaron como signo de sorpresa. Así que yo no me lo pensé y bajé por la carretera de mi barrio hasta su casa.
Durante el camino no pensaba en nada más fuera de lo normal, escuchaba mi música tranquilamente, y no tenía ninguna prisa por llegar. A los 15 minutos así, llegué a su puerta, la llamé para que me abriera, porque nadie sabía que yo estaba allí, y el timbre de su casa mejor sería que no se oyera, por los vecinos.
Así que me abrió la puerta, con una primera risa inexplicable, no sé, no sé porque se reía la verdad, pero bueno, las tías, son una ciencia inexplicable, así que no le di muchas vueltas a la cabeza.


Ya dentro de su casa, estuvimos unos 2o minutos viendo vídeos en el ordenador, recuerdo que ella estaba sentada encima de mis piernas, nos mirábamos, nos reíamos, y mirábamos la hora porque los padres estaban por venir en un rato, así que no nos podíamos despistar del reloj.
Yo miré la hora, apenas quedaban 45 minutos para nos tuvieramos que ir así que yo le agarré del brazo para que no se pudiera defender y le intentaba coger la nariz. Ella se reía, yo me reía, acabamos levantados "peleándonos", entre forcejeo y forcejeo, y mi triunfal 'cogimiento' de su nariz, acabó echada en el sofá, echada a lo largo. Yo me acerqué y me senté al lado, y puse sus piernas sobre mis rodillas.

Se hizo un silencio intrigante, nos mirábamos directamente sin ninguna pausa, ni siquiera algún pestañeo, así que con una sonrisa, la besé, nos reímos, me abrazó y en ese instante, me eché encima de ella, y le dije que si yo le pesaba mucho, pero ella me dijo que no, que no le molestaba,
Así que unos tras otro, fueron cayendo los besos, las caricias, las risas, los pellizcos, las manos, los bocados..Los besos cada vez, más intensos, las caricias cada vez, más fuertes, cogía su mano apretando fuerte, como para que no se me escapara.
Empecé a tener calor, la temperatura subía poco a poco, y me deshice de mi camiseta y la tiré al vuelo, cayendo sobre el pomo de la puerta, vaya puntería. Ella al ver que yo me quité la camiseta, también lo hizo, cada vez subía más la temperatura. Pusimos una mínima pausa para mirar el reloj, quedaba aún mucho tiempo así que seguimos. Más caricias, más besos, más manos...Hasta que los dos nos miramos y no hizo falta ninguna palabra, llegó el momento esperado.
Ella cerró los ojos, yo también, y sin prisas pasó, el calor del ambiente, el amor que se suspendía en el aire, sus gestos, nuestros suspiros, fue algo que jamás podré olvidar, algo que me nunca había experimentado y que aquel viernes, fui el chico más feliz del mundo por estar con ella, a su lado y por haber hecho lo que hicimos, por poder expresar todo lo que sentíamos en un simple gesto. Jamás lo podré borrar, olvidar.Y la verdad que  nunca jamás sonreí de aquella manera. 

 Nos despedimos con un gran beso, ella me vio como bajaba la carretera para irme a mi casa, y yo la vi como subía la calle que subía a su casa. Fue tan especial... 



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sábado, 15 de enero de 2011

Muere el dolor, nace el amor.


¡¡Hola Bohemios!! Hace tiempo que no publicaba en este blog, y he decidido subir un pequeño texto que realicé hace algunos días. Aprovecho para deciros que he estrenado una nueva web que va muy bien, demasiado bien diría yo para el tiempo que necesito. EL RINCÓN DE JAVI

Los que ya habéis leído este texto, me llamaréis pesado, pero estoy muy liado últimamente y, en cuanto tenga un hueco, haré algo "especial".Ya lo veréis...
Este texto es narrativa poética y es bastante breve, ya que lo hice en 5 minutos.

Como siempre, os dejo una canción para que acompañéis musicalmente la lectura del texto. Espero que os guste. No dejéis de comentar... ¡ Es gratis!

Un saludo a todos. ¡Qué ustedes sean felices!




Muere el poeta de mi ser. Muere el poema que nació sin saber el por qué. Mueren las palabras que un día surgieron de la desesperación y el dolor. Olvidaré los versos que un día vivieron en lo más hondo del corazón, que me provocaron lágrimas llenas de sudor y sangre. Muera mi alma impura, porque en esta madrugada el enamorado vuelvo a ser yo. Que mis versos vuelen a tierras lejanas y pueblen el mundo de la ilusión de volver a nacer.

No es dolor lo que yo siento, que por sentir tu sangre golpeando sobre mi cuerpo, volvería yo a retrasar el tiempo. No es dolor que sale de mi boca susurrando un Te quiero, que brota de mi pasión desenfrenada, con un color sin sentimiento. Y vuelvo a sentir lo que un día olvidé. Vuelvo a vivir, queriendo vivir. Vuelvo a ahogarme intentando atrapar este recuerdo. No es dolor lo que inunda mi vida, no es amor que mata sin rendición. No es dolor la fuerza de mi despertar, no es la carne apasionada que me hace suspirar. Es un sentimiento que no es amor sin amar. No es solo amor, es el amor que quise tener. Pues lo mío no es amor, sino demencia del corazón...



Javier ANDRÉS GARCÍA.

sábado, 8 de enero de 2011

Hoy puedo sonreir

Hoy puedo sonreír,
mi cielo ahora es azul
hoy puedo decir que
"soy feliz"
al saber que existes tú.

Tus besos me dan la vida
tus gestos, la armonía,
del pentagrama
de nuestro día a día.

Tu mi clave de sol
que amanece en mi ventana
mi amor, mi pasión
al verte cada mañana.

Vives en mi pensamiento,
y que siga así
por que solo tú has conseguido,
que haya llegado a ser feliz .

¡Primera poesía de este año 2011! Hacia bastante tiempo que no me ponía pero hoy ha sido el día en el que la inspiración a renacido de nuevo.

jueves, 6 de enero de 2011

¿YA?

De año en año traumatizas mi pensamiento,
si el viento quiere cambiarme,
no lo conseguirá.
Y recogí, con ayuda, lo malo de esta vida,
para forjar mi personalidad.
Confusión, elogios y más tarde pena.
En que ha quedado el jovial escritor,
sino en poeta incrédulo.
Mareado y melancólico busco el calor de una nueva vida,
que tengo seguro no encontraré.
Los malos consejos bordan este traje de amargura,
que intento quitarme en vano.
Ya no soy nadie para nadie,
pero más nefasto será el día,
que no sea nadie para mí mismo.