Es la primera vez que te tengo entre mis brazos y me inunda una gran ilusión. Tu piel morena y suave es mi gozo y no puedo dejar de acariciarte, de aspirar tu aroma embriagador y perfilar con mis manos tus curvas. Al fin me decido a comprobarte aun con las miradas de nuestro alrededor, a hacer vibrar al son del baile de mis dedos que te recorren. Tu dulce y mágico susurro mientras te toco suavemente se oye por toda la habitación y asombra a los presentes. Decido parar y llevarte a la intimidad de mi habitación, sin miradas ni oídos curiosos que escuchen nuestro momento mágico.
En La Llanura se ha insertado como na poesía
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